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En la actualidad, el reciclaje del metal ha tomado gran relevancia como una práctica indispensable para lograr una gestión sostenible de los recursos.

 ¿Qué es la tecnología de reciclaje de metales y por qué es importante?

La tecnología de reciclaje de metales es el conjunto de procesos y técnicas utilizadas para recuperar y reutilizar dichos materiales presentes en residuos y desechos. Esta industria se encarga de transformar los objetos metálicos usados, como latas, cables, electrodomésticos o vehículos, entre otros, en nueva materia prima que puede ser empleada en la fabricación de nuevos productos, inclusive los que se utilizan o fabrican en la industria de la forja.

La importancia de este proceso radica en varios aspectos, como veremos más adelante. Por ejemplo, ayuda a conservar los recursos naturales, ya que son limitados y su extracción puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. Al reciclar, se reduce la necesidad de extraer nuevos metales de minas, lo que a su vez disminuye la contaminación del aire, agua y suelo asociada a esta actividad.

Unido a esto, contribuye a la reducción de residuos en vertederos y ahorra energía en comparación con la producción a partir de materias primas vírgenes. También ayuda a mitigar el cambio climático, ya que la fabricación de metales a partir de materiales reciclados genera menos emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la producción convencional.

Los procesos del reciclaje de metales

El proceso de reciclaje de metales se compone de diferentes fases que hacen posible que estos materiales puedan volver a utilizarse:

  • Recogida: almacenándose todos aquellos objetos fabricados de metal que desean reciclarse. Eso sí, siempre separados en función del tipo que sea este y las condiciones en las que esté.
  • Separación: los metales se revisan para separarlos, ya que cada uno de ellos precisa de un tratamiento específico.
  • Fragmentación y compresión: se fragmentan y trituran en partes más pequeñas, para posteriormente compactarlos. Como resultado, es más sencillo operar con ellos.
  • Fusión: posteriormente, se funden los metales, de forma que pasan a ser un líquido que puede moldearse libremente.
  • Moldeo y enfriado: dependiendo de lo que se busque conseguir con el reciclado de los metales, a estos se les da una forma u otra. Tras esto, se enfrían para que vuelva a su estado sólido.
  • Acabado y control de calidad: cuando se termina de moldear las piezas, estas pasan múltiples controles de calidad. Si los superan, vuelven a lanzarse al mercado.

Beneficios económicos y medioambientales de la innovación en el reciclaje de metales

El reciclaje de metales, como cualquier actividad dedicada a la reutilización de ciertos objetos o materiales, cuenta con una serie de beneficios, tanto económicos como medioambientales.

  • Ahorro en materiales vírgenes: ya que se vuelven a usar metales que han sido utilizados previamente. De esta forma, no es necesario adquirir materia prima virgen.
  • Reduce la contaminación: y con ella, las emisiones de CO2 y el daño al medioambiente.
  • Menores costes de producción: al no tener que extraer metales ni procesarlos de la misma manera que aquellos que están siendo reusados.
  • Contribuye a la economía circular: disminuyendo así el impacto ambiental y los gastos asociados a su producción. Además, el reciclado de los metales genera empleo en la cadena de valor, desde la recogida hasta la transformación de los materiales recuperados, contribuyendo así al desarrollo sostenible y a la creación de una economía más circular y resiliente.
  • Estimula la innovación en infraestructuras de metales reciclados: por una parte, este proceso estimula el desarrollo de tecnologías más eficientes y avanzadas para la recuperación y transformación de los metales reciclados. Además de esto, se crean y construyen edificaciones a partir de estas materias, con el fin de darles una nueva vida y aprovecharlos debidamente, en lugar de desecharlos cuando su vida útil se agota.

Las últimas tendencias en tecnología de reciclaje de metales

Por suerte, el reciclado de metales es un sector que se encuentra en constante mejora y evolución, surgiendo año a año nuevas tendencias. Con el nacimiento de nuevas tecnologías y del análisis de datos, también en él se ha ido implementando la digitalización. Esta ha permitido optimizar los procesos de clasificación, separación y recuperación de materiales, gracias a que, mediante el uso de sensores y sistemas de visión artificial, se pueden identificar de forma rápida y precisa los diferentes metales presentes en los residuos, facilitando su posterior tratamiento y reciclaje.

Así, año a año han venido implementándose procesos basados en las nuevas tecnologías, que no hacen más que mejorar el método de reciclaje al completo. Por ejemplo, uno de los métodos que mejores resultados está dando es el uso de tecnologías de separación avanzadas: separación por densidad, separación por corriente de Foucault y separación magnética.

De igual forma, la propia extracción de los metales se ha vuelto óptima y eficiente. Por ejemplo, cada vez es más común conseguirlos a partir de desechos y de residuos de diferentes objetos, haciendo menos necesario recurrir a minas y explotaciones naturales.

Por otro lado, la digitalización también ha permitido mejorar la trazabilidad de los materiales. Mediante el uso de tecnologías como la blockchain, se puede registrar de forma segura cada paso del proceso, desde la recolección de los residuos hasta la recuperación final de los metales, garantizando así su origen y calidad. Esto es especialmente importante en el contexto actual, donde cada vez se valora más la procedencia y la sostenibilidad de los productos, pilares fundamentales de la filosofía de ULMA Forged Solutions.

Además, se ha venido facilitando la gestión de la información. A través del uso de software y plataformas especializadas, se pueden recopilar y analizar datos en tiempo real, lo que permite una toma de decisiones más informada y la identificación de áreas de mejora. Por ejemplo, se pueden identificar patrones de comportamiento de los materiales en determinados procesos de reaprovechamiento, lo que permite ajustar los parámetros y optimizar la eficiencia del proceso.

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