Las nuevas tecnologías y la Industria 4.0 están generando una ola de actualización de maquinaria y equipos en plantas industriales. Los equipos obsoletos generarán toneladas de residuos que es necesario gestionar correctamente.
Un informe de PwC estimó que en el mundo las empresas podrían estar invirtiendo alrededor de USD 900,000 millones para incorporar nuevas tecnologías tan sólo en un año.
«Con este tema de las nuevas tecnologías de las Industria 4.0 y lo que viene con el Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial, muchas industrias se están actualizando, están trayendo nuevos equipos y hay que disponer adecuadamente de la maquinaria que ya cumplió su vida útil» explicó Álvaro Núñez, director de Recicla Electrónicos México (Remsa).
El directivo aseguró que el reciclaje industrial y de sistemas automatizados empieza a tener auge en México. Hoy en día se hace de manera profesional, con una logística para el traslado de los equipos, con el registro en imágenes de todo, certificados y con trámites ante las autoridades para dar de baja los activos.
Abril del Ángel, líder de Soporte Nacional de Remsa, comentó que hacer una disposición correcta de la maquinaria industrial y los residuos electrónicos de una empresa tiene beneficios. Ahora, la industria automotriz y la manufacturera en general son las más preocupadas hacerlo.
El año pasado de todo lo que recibió la compañía para reciclaje, el 40% correspondió a maquinaria y equipo industrial. De hecho, atendió a más de 3,000 empresas de todo el país. No todas eran manufactureras, pero con los residuos electrónicos recibidos evitó la emisión de 2,856.80 kg de dióxido de carbono.
La compañía actualmente tiene una capacidad para procesar más de 80 toneladas mensuales de residuos electrónicos, incluyendo maquinaria industrial y sistemas automatizados.
De los residuos que se reciben, se recuperan materiales o commodities, y componentes y refacciones. El objetivo es recuperar hasta 95% de materiales y componentes y sólo destinar a tiraderos 5% o menos, para reducir al máximo los desechos.
Al final, las empresas que realizan una correcta disposición de su maquinaria obsoleta obtienen también beneficios en su huella ambiental. Remsa les entrega el Distintivo E-MRE (Manejo Responsable de Electrónicos) como prueba de lo que la compañía recicló durante un año.
«Es una manera de darle certeza a la empresa de que está reciclando correctamente. El distintivo contiene datos de cuánta agua se ahorro, cuánto se evitó emitir a la atmósfera, cuánto espacio de relleno sanitario se está ahorrando, etc.» detalló Israel Olguín, responsable de Comunicacón de la compañía.
También se puede emitir un Certificado de Destrucción, con información de cuántos kilos se recibieron, el destino de los residuos, cuánto se recicló, entre otros, y que son datos que a las empresas les sirven para las auditorías ambientales.