Investigadores han desarrollado un nuevo tipo de hormigón fabricado a base de neumáticos triturados que mejora sus cualidades.
La construcción será un sector clave en el reciclaje de grandes cantidades de residuos, múltiples proyectos investigan cómo unir la creación de casas y puentes con la reutilización de plásticos u otros materiales contaminantes como el neumático, que también se prueba en España. De las ruedas es posible obtener un hormigón más resistente, ligero y un mejor aislante términco y acústico, según las pruebas realizadas por un equipo de investigación australiano que persigue dar una segunda vida a miles de neumáticos ya en desuso.
Cada año se llega a desechar unos 1.500 millones de ruedas, de los cuales menos de 1% se reutilizan o reciclan, mientras el resto quedan almacenados en vertederos aumentando el riesgo de incendios como el vivido a principios de año en Alicante. En una segunda vida, los materiales que componen esos millones de ruedas podrían acabar convertidos en prendas de vestir, botellas, suelos para parques infantiles o casas.
Las ruedas se introducen en máquinas de triturado para convertirlas en pequeños gránulos con los que poder separar el caucho y el resto de componentes. Así se reutiliza en España parte de las ruedas que se descartan para los vehículos en parques infantiles, calzado y otros productos. Ese granulado parecido a la arena negra es lo que el equipo ha aprovechado para extraer un nuevo tipo de hormigón, de ahí que se le denomine concreto granulado de caucho.
Al tener esa consistencia arenosa, el neumático sustituye a la arena que suele mezclarse con el cemento, el agua y otros ingredientes para formar el concreto que tanto se usa en la construcción. Se reduce el uso de arena, y se disminuye la acumulación de neumáticos en vertederos contaminantes, además de aportar a la construcción nuevas capacidades.
El resultado es una mezcla reforzada con granulado de hule en la que se sustituye el 20% de la arena. Para conocer su potencial como material sustitutivo del concreto más tradicional, los investigadores vertieron en el camino que da acceso a uno de los laboratorios dos segmentos el hormigón, uno con el reforzado y otro con la mezcla habitual. Se trata de una zona muy transitada a pie por los estudiantes y personal de la Universidad de Australia Meridional y desde 2018 se han dedicado a analizar el comportamiento de ambos asfaltos con el entorno.
Más resistente
El impacto de los caminantes o el cambio en el clima que puede ser muy extremo en Australia, son algunos de los factores a tener en cuenta, así como la facilidad que la mezcla ofrece a los operarios para que puedan trabajar. "Con respecto al bombeo, alisado o acabado de la superficie de concreto con una paleta mecánica, los contratistas no informaron de diferencias entre usar concreto de caucho triturado y concreto convencional, diciendo que la mezcla de caucho triturado en realidad requirió menos esfuerzo físico en todos los aspectos" explica uno de los autores del estudio, el Dr. Osama Youssef.
"Los resultados muestran claramente que el cemento de caucho triturado es una alternativa viable y prometedora al concreto convencional en el mercado del concreto residencial", asegura el profesor Yan Zhuge. Además de demostrar una resistencia mayor al impacto, su alta tenacidad y ductilidad, este nuevo hormigón presenta una amortiguación más alta.
Hay que tener en cuenta que el concreto suele tener un alto nivel de carbono y que al agrietarse o comenzar a deteriorarse tiene una difícil solución que obliga a reemplazar las estructuras, siendo otro motivo de contaminación para el medioambiente. Por lo tanto, cuanto más aguante la construcción con el nuevo material de caucho granulado, mayores beneficios ofrecerá en el sector.
Incluso, los investigadores han encontrado que esta mezcla es más óptima para aislar el ruido y las temperaturas, además de ser más ligero, siendo más adecuado para usar en muros de edificios o simplificando que se pueda mover con mayor facilidad, aunque no se pueda desplazar solo con las manos como con estos bloques creados por el MIT.
Mientras la ciencia diseña nuevos tipos de rueda con los que viajar a otros planetas, en la Tierra los viejos neumáticos que ya nadie quieren se transforman en asfalto, muros o puentes a través de un nuevo tipo de hormigón más duradero que ya no necesita de moldes para obtener formas diversas gracias a las técnicas de la impresión 3D, este es el futuro al que parece predestinada la industria de la construcción.