Sucedió tan lentamente que nadie se dio cuenta, cuando las jarras de leche de vidrio fueron reemplazadas por envases de plástico, cuando los hombres comenzaron a usar cuchillas desechables en lugar de tiras de afeitar, y cuando los platos, vasos y cubiertos de picnic se volvieron desechables, el mundo entero habló sobre la conveniencia y practicidad de los plásticos. Desde ese momento, casi todos los productos que usamos a diario provienen de este material. Pero, después de tantos años, el precio de la conveniencia nos ha pasado factura. Nuestros vertederos se están llenando a un ritmo alarmante, estamos desperdiciando muchísimos recursos y nuestros productos terminan en el océano.
Si reducimos la cantidad de basura que creamos o la reciclamos para que tengan un nuevo uso, no solo enviamos menos residuos a los vertederos, sino que también usaremos menos recursos y menos energía. Pero si no nos ocupamos de este problema tan acuciante, el planeta, los animales y hasta nosotros podríamos vernos seriamente comprometidos.
¿Qué pasa si no reciclamos?
La tierra recicla todos sus recursos naturalmente y reutiliza los materiales de las plantas y animales muertos para alimentar a nuevas plantas y crear nuevos suelos fértiles. La humanidad debería seguir el ejemplo de la madre naturaleza y no hacer menos que eso: reciclar todo lo que podamos. Si no practicamos el reciclaje y no lo hacemos parte de nuestra vida cotidiana, esto son las consecuencias de lo que podría suceder:
Aumento de la contaminación
La primera consecuencia de no reciclar es el aumento de la contaminación. Hay muchos tipos diferentes de contaminación que van desde la espuma de poliestireno que transporta el océano y las botellas de agua que conviven con la fauna marina, hasta químicos corrosivos que se derraman en el suelo y lo dejan inerte. El aire también se contamina cada vez que los coches emiten dióxido de carbono, cada vez que se queman sustancias tóxicas, o que una empresa libera gases químicos.
Acumulación de basura
Cada año durante los últimos 30 años, la Agencia de Protección Ambiental ha recopilado y reportado información valiosa sobre la cantidad de residuos sólidos que las personas generan a diario. El informe de 2018 establece que las personas producen más de 260 millones de toneladas de desechos sólidos. De esta cantidad, 88 millones de toneladas representaban materiales reciclables que fueron reutilizados; alrededor de 40 millones de toneladas se sometieron a combustión, para convertirlos en energía utilizable para combustible, calor y electricidad. Y un poco más de la mitad, o 132 millones de toneladas, fueron a vertederos. Sin el reciclaje y la combustión, los 260 millones de toneladas habrían llenado los vertederos y comenzado a acumularse.
Incremento de los gases de efecto invernadero
La tierra ha sufrido múltiples cambios climáticos desde su creación, todos ellos parte de sus procesos naturales y su larga evolución. Pero desde la revolución industrial esto se ha desbordado. Hoy en día, nosotros somos los principales contribuyentes al calentamiento del planeta, principalmente por los conocidos gases de efecto invernadero (metano y dióxido de carbono) que se desprenden de industrias, escapes de automóviles, consumo de electricidad, entre otros.
Disminución de combustibles fósiles
Este tipo de combustible proviene de los restos fosilizados de pequeñas criaturas acuáticas y materia vegetal que existieron durante el periodo carbonífero, unos 359 a 299 millones de años atrás. Estudios recientes estiman que para el año 2050 o más, la reserva ya no existirá. Esto ocurre porque las compañías utilizan este combustible para fabricar nylon y plástico, y si nosotros no reciclamos estos productos, esta fuente de energía podría desaparecer por completo.
Si reciclamos los plásticos, la necesidad de combustibles fósiles se reduce, al menos en el sector manufacturero donde es un recurso indispensable.
Destrucción de hábitats naturales
Cuando no reciclamos, reutilizamos o reducimos el consumo, estamos destruyendo los hábitats naturales de nuestro planeta. Tal como está, nuestra tierra no puede hacer frente por sí sola a la tasa actual de contaminación y destrucción de entornos y recursos naturales, por lo que en unos años podría quedar totalmente devastada y arruinada.
Deforestación total
Si dejamos de reciclar los papeles, la demanda no disminuirá. Continuaremos usándolo, pero habrá mucho menos y eso causará una deforestación aun mayor que la que se ha hecho hasta este momento debido a la demanda de más madera para su producción. Esto destruirá bosques enteros y ciertas regiones quedarán desprotegidas, y millones de especies de vida silvestre perderán sus habitats en áreas con muy poco o ningún árbol alrededor.
Nuevas producciones
El hecho de tener que crear nuevos productos desde cero, no solo agota al medio ambiente de sus recursos, sino que también puede ser económicamente costoso. Por ejemplo, hacer botellas de agua nuevas requiere una cantidad masiva de aceite cada año y, por lo tanto, genera más desperdicios y contaminación química.
Contaminación de los océanos
Para alguna de nuestras ciudades costeras, muchos de nuestros desechos terminan en el océano y mares, y esto incluye una gran cantidad de materiales que pudieron haber sido reciclados. De hecho, una de las principales preocupaciones sobre los desechos es la cantidad de plástico que termina en el mar. Este material puede durar cientos de años en el agua y se convierte en un peligro importante para la vida de los animales oceánicos, como tortugas marinas o peces. Pueden morir por inhalar pequeños trozos de plástico o por quedarse atrapados en trozos largos de plástico sueltos.
Mayores producciones
Hoy en día, las producciones crecen más rápido de lo que el material puede descomponerse. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los materiales reciclables no se descomponen fácilmente. Los plásticos y metales pueden durar de cientos a miles de años, ¡en realidad una botella de plástico necesita por lo menos 450 años para descomponerse totalmente!. Por lo tanto, debemos empezar a comprender por qué el reciclaje es tan importante para salvar al planeta y a todos los que vivimos en él.
¿Cuáles son los beneficios del reciclaje?
Después de leer todas las consecuencias de no reciclar, lo más probable es que la importancia de esta actividad haya quedado bastante clara y haya producido algún tipo de conciencia. Pero fuera de los efectos negativos, hay un montón de beneficios al reciclar los productos que adquirimos.
El reciclaje ayuda a reducir la cantidad de residuos enviados a vertederos e incineradoras, conserva los recursos naturales como la madera, el agua y los minerales, previene la contaminación reduciendo la necesidad de recolectar nuevas materias primas, ahorra energía, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático global, ayuda a sostener el medio ambiente para las generación futuras y, además, ayuda a generar nuevos empleos bien remunerados en las industrias de reciclaje y fabricación en todo el mundo.
De igual manera, previene la contaminación de uno de los recursos más importantes para los seres vivos: el agua. Si las fuentes naturales de agua como ríos estanques o lagos no están contaminadas, corremos menos riegos de padecer enfermedades como la diarrea que, desafortunadamente, mata a más de 200 niños africanos al día. Los animales tampoco enfermarían y la fauna marina se mantendría intacta y seguiría sorprendiéndonos con sus imponentes e increíbles formas, además de ser una de las principales fuentes de alimentación de los humanos. El aire y la atmósfera también estarían lejos de verse afectadas a causa de la evaporación de compuestos, reacciones químicas y metanogénesis.
¡La tierra es el único hogar que tenemos, debemos cuidarla y seguir su ejemplo! ¡Reduce, reutiliza y recicla!
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