El bronce es un recurso no renovable, es decir, que no puede ser producido, cultivado, regenerado o reutilizado de una forma que pueda sostenerse su tasa de consumo, porque la destrucción de un recurso no renovable sobrepasa su velocidad de creación, por ese motivo es esencial el reciclaje del bronce.
El bronce consiste en una aleación de cobre y estaño, dos metales que se extraen de la tierra a través de la explotación minera y que consume una gran cantidad de agua y de energía, pudiendo perjudicar también la contaminación de ríos y de aguas subterráneas.
El reciclaje de bronce se realiza mediante la fundición y después se separa el bronce puro de los adjuntos para poder reutilizarse. En el horno se funde la pieza en cuestión y se analiza el grado obtenido mediante espectrometría y, si fuera necesario, se agrega en la cantidad que se requiera el aleante que falta según las propiedades mecánicas que quieran obtenerse.
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