Para aprender a afincarse y seguir avanzando, incluso cuando la situación se torna más adversa, hay que pasar por la Empresa de Recuperación de Materias Primas de Ciego de Ávila, no por casualidad entre las punteras del país.

Que la entidad continúe cumpliendo sus planes, sin pérdidas y generando, además, utilidades, puede parecer un verdadero misterio si se tiene en cuenta el abrupto descenso que han registrado el comercio, el turismo, las tiendas de ventas en divisa convertible y otras actividades aportadoras de papel, cajas de cartón, envases de metal, frascos de vidrio, aluminio, cobre, desechos de tejidos y otras materias económicamente aprovechables.

Estas imágenes recogen momentos de un proceso que busca aprovecharlo todo, desde la no tan “simple” latica de cerveza o refresco que muchos indolentes lanzan en espacios públicos hasta esa chatarra ferrosa, aparentemente inservible ya, que laminadores como el de Las Tunas convierten en barras de acero.