Científicos de la Universidad Cornell desarrollaron un nuevo método para reciclar plástico a través de la disolución de sus componentes químicos.
Un estudio realizado por los científicos de la Universidad Cornell, Sewon Oh y Erin E. Stache, descubrió una nueva técnica de reciclar los plásticos mediante la descomposición del poliestireno en moléculas más pequeñas; lo que más destaca es que solo se necesita el uso de luz, aire y cloruro férrico.
Los científicos disolvieron el poliestireno en acetona y agregaron a esa mezcla oxígeno atmosférico y cloruro férrico; posteriormente, la expusieron a radiación de luz blanca por 20 horas. Este proceso químico permitió que las largas cadenas moleculares del plástico se degradaran en sus componentes básicos, dando como resultado el reciclaje del plástico.
Según el estudio, esta técnica “puede ofrecer un cambio hacia el reciclaje sostenible de plásticos” debido a que, en la mayoría de los procesos de reciclaje, los métodos de tratamiento son deficientes y la calidad del plástico empeora al cortarse las cadenas de polímeros; mientras que la técnica desarrollada por Oh y Stache permitiría crear nuevos productos por los componentes obtenidos en el proceso.
A estos procesos que, a partir de los residuos, funcionan para recuperar materias primas y producir nuevos materiales o productos de mayor calidad, valor ecológico y valor económico, se les conoce como suprrareciclaje.
De acuerdo con el informe sobre contaminación por plásticos 2021 de la ONU, el plástico representa 85% de los residuos que llegan a los océanos y, para 2040, se espera que los volúmenes de este material que fluyan hacia el mar se tripliquen, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas. Esto significa alrededor de 50 kilos de plástico por metro de costa en todo el mundo.
Además, la ONU advirtió que la contaminación generada por este material puede impactar en la economía mundial. “Los costos que acarrea la contaminación por plásticos en el turismo, la pesca, la acuicultura y otras actividades, se estimaron entre 6,000 y 19,000 millones de dólares en 2018; se proyecta que para 2040 podría haber un riesgo financiero anual de 100,000 millones de dólares”.
Así, una reducción drástica del plástico innecesario, evitable y problemático es crucial para enfrentar la crisis global de contaminación, concluye la ONU.