“El 90 por ciento de nuestros muebles son de clientes; cuando vamos a remates los compramos a buen precio y los reciclamos. Rafaela fue fundada por piamonteses; todos esos italianos que vinieron, trajeron sus muebles de altísima calidad y fueron heredados por su familia. Tienen un gran valor sentimental y creo que esa es la razón fundamental por la cual piden el reciclado. Nos llega un mueble y tiene historia: ‘era de mi papá cuando era chico’. Que las tendencias apunten a lo moderno, no invalida tener un mueble antiguo, de calidad. Esto es un privilegio y permite un mix de estilos, ese eclecticismo decorativo que siempre está vigente”, dice Pilar. Poner en valor esa calidad, lo que es un mueble de madera, tallado -no de melamina- es maravilloso para ellas. “La decoración circular es hacer que los muebles circulen entre generaciones. Nos contratan para lavar el lustre oxidado y poner en valor esa pieza antigua. La calidad de los muebles de antes es única”, agrega.
Su firma restauró la puerta tallada por Domingo Ferri hace 101 años, de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, a 35 km de Rafaela.
Flo Taller de Muebles. Florencia Tolosa es rosarina, actriz, diseñadora de interiores y restauradora. Tiene su propio taller y, además, una casa de decoración que abrió hace poco. “Mi historia con el reciclado no tiene un comienzo determinado, a veces siento que es algo que me acompañó siempre. En casa, cuando era chica, la decoración era importante. Papá tenía mucho amor por las antigüedades y siempre estuve rodeada de objetos bellos. Creo que los muebles y objetos son cómplices de nuestra historia. Todos tenemos ese mueble que es especial para cada uno. Mi concepto es que reciclar significa darles segundas y terceras posibilidades a nuestros muebles. No hace falta heredar de la bisabuela para que el reciclado tenga un sentido. Lo importante es el lugar que ocupará esa pieza en nuestro hogar. Me entusiasma pensar con mis clientes las transformaciones que pueden hacerse, cómo reciclarlo o restaurarlo”, señala Flor.
Estilo Hangar. Hace cuatro años, Agustín Soler compró un avión invirtiendo todo lo que tenía. “La idea de adquirir un avión y convertirlo en muebles surgió de una pasión doble: la del diseño y la aviación. Siempre me fascinó el mundo de los aviones, no solo por la tecnología que hay detrás de ellos, sino también por la estética única de cada parte. Vi la oportunidad de tomar elementos que suelen tener un destino de desecho, y darles una segunda vida como piezas de decoración de lujo. Así nació Estilo Hangar, mi emprendimiento. Aunque ya no quedan muchas partes de aquella primera compra, hemos formado una alianza con una empresa que nos ayuda a adquirir partes del fuselaje de aviones retirados, en todo el país. Nos aseguramos de comprar solo materiales de alta calidad, que hayan sido extraídos cuidadosamente del avión, para que cada mueble sea duradero y con ese carácter aeronáutico distintivo. Nos apasiona que cada pieza tenga su propia historia, que conecta la innovación con su pasado en el aire”, dice Agustín. Ahora tiene un lugar propio en el mercado; hace muebles a pedido que vende a Miami, Santiago de Chile, Punta del Este y Río de Janeiro. Comenzó con un estudio de sesenta metros cuadrados y hoy tiene montada una fábrica de más de mil en Munro.
Fuente: https://www.clarin.com/viva/sillones-recuperados-aviones-convertidos-muebles-claves-deco-circular_0_0ie70UO6Z5.html