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Aunque abundan frases poéticas hablando de la boca y hasta la nariz de mares y océanos, es obvio que esas grandes extensiones de agua nada tienen que ver con los nasobucos o mascarillas para su protección.

En realidad, esos imprescindibles accesorios para protegernos del coronavirus lo que hacen es conspirar contra la salud de mares y océanos al llegar a sus superficies.

Y alguien pudiera ripostar que demasiado complicada está la cosa con la sobrevivencia de los seres humanos para andar pensando en los océanos.

Pero quien así piense solo evidencia desconocer que todos somos uno y si conspiramos irresponsablemente contra esa parte líquida del planeta igual estamos atentando contra nosotros… y no a tan largo plazo.

Naciones Unidas argumenta que la manipulación segura y eliminación final de desechos como estos es vital para una respuesta de emergencia eficaz. Foto: tomada de lavanguardia.com. El tema no es exclusivo de CubaSí. En fecha reciente varios medios de prensa y espacios digitales en general se hicieron eco del asunto. Pero en medio de la dramática situación que nos impone la pandemia, discurrió sin mucho impacto.

Sin embargo, grande es el impacto que estamos dejando los humanos en general en mares y océanos, al punto que, si usualmente se vierten al mar más de ocho millones de toneladas de plástico, ahora, con la Covid-19 y sus amenazas, la cifra se ha multiplicado a consecuencia de las mascarillas y los guantes desechados.

Como ocurre con el resto de los plásticos, más de tres cuartas partes de estos medios de protección llegan, por distintas vías de vertimiento, a las aguas del planeta con el consiguiente impacto medioambiental.

“Desde el año pasado el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa, no solo miles de millones de mascarillas, pero también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar. Su aumento ha sido tal que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países. Si no se toman medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado causando contaminación y enfermedad en las zonas más vulnerables del planeta”, indica el más reciente  informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Dicho estudio, avalado por la directora ejecutiva de la agencia medioambiental de la ONU, Inger Andersen, prevé que, de no tomarse las medidas adecuadas, la cantidad de plásticos vertidos en el océano se triplicará en 2040, pasando de 11 a 29 millones de toneladas al año.

Tómese nota, por ejemplo, de que si la población mundial usara la mismacantidad de mascarillas y guantes que se usaron en Italia en la primavera de 2020, se estarían consumiendo unos 129.000 millones de mascarillas y 65.000 millones de guantes mensualmente en todo el mundo, según estimaron expertos, quienes igual subrayan que el aumento de estos desechos plásticos ha hecho colapsar los sistemas de reciclaje en varias latitudes.

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