“Fomentar el reciclaje es responsabilidad de todos los hondureños”
Emy Raudales creó la empresa Recyproco junto con su familia como una forma de agenciarse recursos extra y como un medio para generar conciencia ambiental y contribuir a las causas sociales educativas. A más de 10 años de haber iniciado esta empresa de reciclaje, la cual se vio afectada por un incendio que consumió el 100% de su plantel el 3 de enero de 2022, la empresa se renueva impulsando el reciclaje entre el sector empresarial y en las comunidades de la Capital Industrial.
Me gradué como ingeniera industrial de la Universidad de San Pedro Sula (Usap), el primer trabajo que se me dio fue jefa de medio ambiente en la unidad municipal de Puerto Cortés. Luego creé la tienda de ropa por departamentos Bueno, Bonito y Barato, en la que importamos productos por 20 años junto con mi esposo Hugo Córdoba; sin embargo, en 2010 necesitábamos ingresos adicionales y comenzamos a plantear un proyecto que generara un beneficio a la comunidad y que fuera algo que nos gustara y apasionara. Fue así que comenzamos con el proyecto de reciclaje de papel llamado BBB Recicla en Puerto Cortés. En 2014, llegamos a San Pedro Sula y la empresa llegó a dar resultados esperados, la nombramos Recyproco porque la gente no comprendía de todo el nombre anterior.
¿Cómo se dio la vinculación con la sociedad y la educación?
En 2014 comenzamos actividades con las escuelas, alianzas con la Secretaría de Educación. Nacimos con el enfoque de hacer algo más que comercializar residuos y eso está claro, nos interesa mucho el tema social y educación ambiental. Cada día que pasa nos involucramos más en este tema como la actual campaña “Volvamos a las aulas” de LA PRENSA en la que somos aliados para restaurar cuatro escuelas de Chamelecón. En 2014 comenzamos a ser proveedores de fibra de papel para Kimberly Clark, al dar servicio a las empresas, estas mismas nos solicitaban que les manejáramos los diversos materiales como nylon y cartón. Las empresas crecen en responsabilidad social.
¿A dónde va el material que Recyproco compra a los recolectores?
Podemos decir que un 50% se vende a empresas recicladoras nacionales que transforman estos materiales y el otro 50% se exporta con el mismo fin. Un paso importante para nosotros fue la exportación, lo cual ha sido un enorme reto porque nosotros como empresa familiar sabíamos importar productos, pero desconocíamos el tema de exportación, en esto se aprende sobre cómo hacer una gestión de exportación, tratados de libre comercio entre Honduras y México, como hacer una exportación hacia la India, como hacia Centroamérica. Nosotros somos ese eslabón entre generadores de residuos a grande y pequeña escala y la industria generadora, alguien que procesa lo que le llevamos o mandamos.
¿Qué representa el reciclaje para la familia Córdoba Raudales?
Representa la oportunidad de servir y recibir un beneficio por el servicio que damos. En los últimos años nosotros hemos sentido que se ha despertado un interés en el reciclaje por cierta parte de la población.
Primero por el interés económico, lo que nos da satisfacción como empresa, porque generamos trabajo a personas que viven del reciclaje, para estos Recyproco es una oportunidad de generar ingresos para sus hogares, hablamos de recolectores ambulantes, recolectores mayoristas que andan en carros en maquilas y empresas. Por otra parte, los ciudadanos conscientes son un porcentaje menor, pero cada día se incrementa. Es ahí donde vemos la necesidad de crear la conciencia mediante la educación ambiental, es así que surgen proyectos como el que tenemos ahorita, llamado Comunidades Verdes y Sostenibles, que es el camino hacia la descarbonización. Este involucra a las personas organizadas en patronatos, niños, madres de familia y empresas privadas. Colocamos estaciones de reciclaje en las colonias y damos charlas sobre cómo hacer el reciclaje correctamente y vamos y recogemos el material; es un proyecto completo.
¿Cómo ha sido la recuperación de Recyproco tras el incendio del 3 de enero?
Esto nos sirvió para tomar medidas adicionales, también entendimos aún más las empresas y personas que necesitan de nuestro servicio, nos dimos cuenta de la importancia nuestra en la comunidad. Teníamos dos opciones: cerrar porque no quedó nada en el plantel o volver a empezar y tocar muchas puertas, de las cuales se nos han abierto varias y otras no nos han dado respuesta, sin embargo, nuestros aliados y clientes son los que nos dan la fuerza, y quienes nos permitieron como empresa continuar. Aún estamos en un proceso de reestructuración, pero no paramos y nos unimos al megarreciclatón que se realiza mañana en la subestación de bomberos de Prado Alto de 9:00 am a 3:00 pm. A largo plazo queremos crecer en el país, especialmente en Tegucigalpa donde tenemos solicitud de nuestros servicios. Paralelo a eso darle valor agregado a los materiales reciclables y comenzar a procesar algunos.