Son muchas las razones por las que las empresas deben conocer cómo gestionar los residuos. El tratamiento de desechos es una cuestión medioambiental y legal ineludible. Y no solo por estos motivos, ya que el tratamiento de los residuos generados es una valiosa forma de optimizar los recursos invertidos. Desde el momento en que se producen hasta su aprovechamiento o eliminación, una empresa de gestión de residuos está autorizada para su tratamiento de forma integral. Conozca cuáles son las responsabilidades de sus productores y cómo gestionar los residuos para obtener una máxima rentabilidad.
La eficiencia en la gestión de residuos
La eficiencia es un concepto que hace referencia a un mejor uso de los recursos. En este sentido, el tratamiento de desechos es un eje principal en la optimización de la producción de bienes. Igualmente, la forma en cómo se gestionan los residuos contribuirá en mayor o menor medida a la economía circular. Frente a la economía lineal en la que se extrae, produce, consume y desecha, la economía sostenible reutiliza las materias primas y las fuentes de energía.
Equipos y máquinas para el reciclaje de residuos
Paralelamente a su optimización, existe una serie de obligaciones para los generadores de residuos. En este sentido, el marco legal del Estado es el que estipula cómo gestionar los residuos de fábricas y empresas. Los productores de desechos deben necesariamente efectuar su tratamiento o encargárselos a una entidad autorizada, pública o privada. Para llevar a cabo estas obligaciones, los productores de desechos han de proveer de la información necesaria a los agentes de residuos para su correcto tratamiento o eliminación. Igualmente, deben informar a la autoridad competente de cualquier escape o pérdida de residuos contaminantes o peligrosos. Asimismo, los generadores de residuos han de cumplir ciertas normas mientras se hallan en posesión de estos:
- Custodiar los residuos generados en condiciones de higiene y seguridad.
- No mezclar ni diluir los residuos peligrosos en ningún caso.
- Envasar y etiquetar los residuos peligrosos antes de su traslado conforme a la legalidad.
Las empresas e industrias que produzcan más de 10 toneladas al año de residuos peligrosos tienen obligaciones adicionales. Entre ellas, precisan comprometerse con la Comunidad Autónoma correspondiente para reducir su cantidad anualmente y suscribir una garantía financiera atendiendo a su peligrosidad.
Los residuos están clasificados en la Lista Europea de Residuos LER. Esta nomenclatura está conformada por los llamados Códigos LER. Cada uno de los 6 números de estos códigos definen su naturaleza y distinguen con un asterisco (*) los residuos peligrosos de los no peligrosos. Basándose en esta clasificación y en la legislación vigente, es posible diseñar un plan personalizado de cómo gestionar los residuos de una empresa. En el preciso momento en el que una empresa de gestión de residuos se hace cargo de estos, se convierte en su responsable legal. De esta manera, todos los agentes implicados en el proceso están capacitados legal y técnicamente para su recogida, traslado, valorización, reciclaje, almacenamiento o eliminación.
Con todo ello, además de las obligaciones adquiridas por su poseedor, cómo gestionar residuos conlleva una serie de tareas y objetivos. En primer lugar, reducir el impacto de los residuos generados, muchos de ellos peligrosos para el medioambiente y la salud. En segundo lugar, recuperar, reutilizar y reciclar los desechos además de realizar una valorización de los mismos. De este modo, los residuos se introducen de nuevo en el propio sistema productivo o para su venta a otras industrias.
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