La energía eólica es una de las primeras renovables que se empezaron a explotar cuando se advirtió por primera vez que hacía falta buscar 'energías renovables'. Mucho ha llovido desde aquellos primeros años y las necesidades, así como los retos, han crecido enormemente desde entonces. Los últimos acontecimientos provocados por la crisis y la dependencia energética, han hecho que el consumo de este tipo de energía se vuelva cada vez más demandado, lo que supone a su vez una ampliación de los parques eólicos.
Sin embargo, la energía eólica tiene algunas pegas que empiezan a surgir ahora, cuando los equipos que la producen empiezan a desgastarse y quedarse obsoletos. Desmantelar un parque eólico actual no será comparable a lo que nos espera en unos años, teniendo en cuenta el aumento de estos y el fin inevitable de su vida útil. Por eso en España, han empezado a surgir las primeras empresas dedicadas al reciclaje de aerogeneradores y otros residuos de la eólica.
Aunque la energía eólica se considere renovable, no todos los elementos que la componen lo son del todo, o al menos necesitan de un tratamiento especial. Con la transición hacia modelos más sostenibles, que tengan en cuenta todos los aspectos, no basta con ser 'verde', también es necesario reciclar y hacer una gestión adecuada de los residuos. Toda la parte eléctrica, los elementos de la estructura o las palas, una de las partes más difíciles de tratar debido a su composición, debe ser adecuadamente reciclada, lo que se ha convertido en uno de los principales retos a los que se enfrentan los campos eólicos actuales.
¿Por qué los residuos de la energía eólica empiezan a ser importantes ahora? existen dos factores clave, el primero es la búsqueda de modelos sostenibles antes mencionada, y el segundo es la vida útil de un aerogenerador eólico terrestre, que va de los 20 a los 25 años. Esto ya nos hace ver que muchos campos eólicos han llegado, o están apunto de llegar, a su ocaso. Las estimaciones para 2030 muestran que en Europa, cerca de 5.700 aerogeneradores necesitarán ser reciclados cada año.
¿Y cómo se ha hecho hasta ahora?
Hasta el momento, los residuos producidos por la energía eólica se llevaban a vertederos autorizados y los costes se asumían por las empresas eléctricas. Sin embargo, en 2025 esta normativa cambiará y ya no se permitirá desechar aerogeneradores en vertederos, al menos no la mayor parte de sus componentes. En este sentido entra a debate el qué hacer con las palas, ya que no son nada fáciles de reciclar. Desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE), se ha pedido a la Comisión Europea que estas palas entren específicamente dentro de estas restricciones.
De esta forma se intenta promover la reutilización de los materiales y su posible revalorización en el mercado, además de presionar para buscar formas de reciclar estos materiales. Según datos ofrecidos por el holding empresarial Ruralia, se estima que la reutilización de estos residuos procedentes de la energía eólica, podrían alcanzar una revalorización de 300 millones de euros.
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