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El 17 de mayo celebramos el Día Mundial del Reciclaje que se inició en Texas en 1994, y ya se ha expandido por diversos países como un día donde se busca promover la conciencia sobre los desechos de nuestra sociedad que dañan profundamente el ecosistema y que ya generan grandes problemas ambientales en distintas partes del mundo.

En Chile el panorama es bastante difícil, tenemos las tasas más altas de Latinoamérica en cuanto a generación de residuos, con casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos al año, siendo 6,5 millones de origen domiciliario, y sólo el 10% de ellos se recicla. Cada uno de nosotros genera diariamente alrededor de 1 kilo de basura y aún existe muy poca cultura de convertir los desechos en algo más que basurales.

reciclaje
Imagen obtenida desde http://www.omaha.com/

Según estudios realizados por el Ministerio de Medio Ambiente, en Chile se recicla mayoritariamente papeles y cartones, siendo el 80% del total, sólo un 2% de grandes y pequeños electródomesticos y un 7% de baterías, sin embargo, eso aún queda dentro del 10% del total de la basura que desechamos.

Basura electrónica, un peligro inminente

Es paradójico que hoy celebremos también el Día Mundial de las Telecomunicaciones, pues somos el país que genera más desechos electrónicos de toda la región, con 9,9 kilos por persona al año, casi el doble del promedio mundial.

Según señala señala Irina Reyes, Directora de la Fundación Chilenter al Diario La Tercera, “Tenemos hoy 20 millones de celulares y somos muchos menos habitantes que eso. En Chile, el 81% de los residuos electrónicos tiene destino desconocido, en vertederos o basurales clandestinos, y por lo tanto no recibe el tratamiento adecuado como desperdicio peligroso en plantas especiales”.

Imagen extraída desde http://www.geeky-gadgets.com/
Imagen extraída desde http://www.geeky-gadgets.com/

El riesgo de seguir en esta dinámica es que nos exponemos a grandes desastres medioambientales, porque los materiales de los que están hechos producen graves daños al cerebro, al sistema nervioso y a la salud humana en general, como lo son el mercurio, el plomo, el cadmio, cromo, y el plástico en sus distintas variables. Para la construcción de estos aparatos se tiene especial cuidado a la salud, sin embargo, cuando son desechados y mezclados con la basura orgánica, éstos se rompen y desprenden tóxicos que pueden llegar a ser mortales y van deteriorando el suelo, el mar y la calidad del aire afectando a seres humanos, animales, y plantas.

Reciclar, un cambio cultural, legal y de responsabilidad personal

Para minimizar el daño que provoca la basura que desechamos a diario necesitamos hacer conciencia de las consecuencias que esto trae para las personas y para todos los seres vivos del planeta.
Se requiere un cambio de hábito y más aún, un cambio cultural. Entender que los desechos son responsabilidad de todos, no sólo de la industria, y que una de las maneras de minorizar el daño que le hacemos al ecosistema es tomando acciones concretas, como reciclar, reducir y reutilizar y exigiéndole a las autoridades que regulen los desechos de la industria, cosa que no hemos visto sea una prioridad país los últimos años.

¿Cómo comenzamos?

Como siempre, por casa. Actualmente hay varios puntos a lo largo de todo Chile donde se pueden depositar distintos tipos de desechos y que son aptos para la correcta gestión de residuos. Los últimos años ha sido la propia ciudadanía, algunos municipios, y varias empresas privadas quienes han tomado este tema como algo relevante y han dispuesto información y lugares para reciclar, además de campañas para fomentar la importancia de cuidar el medio ambiente.

Un consejo personal, como tengo muy poco tiempo durante la semana, en mi casa separamos los desechos por tipo (papel, cartón, tipos de plásticos, botellas, latas, cajas tetra pack, etc), los lavamos y guardamos separados, para luego llevarlos una vez a la semana al punto de reciclaje de nuestra comuna. Simplemente tenemos que generar el hábito, y con eso vendrá la cultura. Cuando comienzas a pensar de esta manera, empiezas a notar cuánto de lo que usas a diario puede ser reciclado y es impresionante contar, por ejemplo, la cantidad de plástico que usamos. ¡Hagan la prueba de contarlo un sólo día!

https://sitiocero.net/2016/05/reciclar-como-responsabilidad-social/

 

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