El uso de la chlorella para la extracción de litio es rentable, ya que es más asequible que los solventes orgánicos.
Con el aumento de la demanda de vehículos eléctricos han surgido nuevos desafíos. En particular, la disposición adecuada de las baterías usadas, algo que supone una grave amenaza medioambiental. Aunque reciclar metales pesados como el litio, el cobalto, el manganeso, el níquel y otros que se encuentran en las baterías es el enfoque preferido, el proceso de extracción suele provocar contaminación medioambiental. En la actualidad, la falta de tecnología avanzada hace que el reciclaje sea más costoso que la disposición.
Sin embargo, una compañía ha abordado con éxito este formidable desafío. Green Mineral Inc. es pionera en una tecnología innovadora que aprovecha el poder de las microalgas para extraer litio de las baterías usadas, lo que marca un importante hito a nivel global. Jung Kwang-Hwan, representante de Green Mineral, fue entrevistado en su laboratorio de investigación en la Universidad de Sogang, Mapo-gu, Seúl, durante la tarde del día 30 del mes pasado.
Jung destacó: “A diferencia de los métodos químicos convencionales que dependen de solventes orgánicos para el reciclaje de baterías, nuestro enfoque respetuoso con el medioambiente ofrece beneficios ecológicos, a la vez que es económicamente viable”. Describió esto como un “cambio de paradigma en el ámbito del reciclaje de baterías usadas”.
Como profesor en el Departmento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Sogang, Jung llevó a cabo inicialmente una investigación sobre el uso de microalgas para eliminar sustancias que emiten radiación. Hace más de una década, hizo un descubrimiento significativo con respecto a la aplicabilidad de esta tecnología para la extracción de litio de baterías usadas.
Le llamó la atención la presencia de chlorella, un tipo de microalga. La chlorella, reconocida como alimento funcional, posee la capacidad única de convertir iones metálicos como el litio en carbonatos.
“Opera con un principio similar al proceso de los mariscos al crear conchas”, explicó Jung. “Cuando el calcio entra en la membrana celular de los mariscos y reacciona con el dióxido de carbono, sufre una transformación en carbonato de calcio, se solidifica y es liberado. Del mismo modo, la chlorella muestra una reacción similar con el litio que conduce a la biomineralización, en la que las células forman minerales”.
El beneficio más significativo de la chlorella es su naturaleza amigable con el medioambiente. El método típico de reciclaje de baterías usadas consiste en un tratamiento químico en el que se procesa un polvo negro para extraer metales como cobalto, níquel, manganeso, etc. Las aguas residuales, disueltas en ácido sulfúrico y otras sustancias carecen de un método viable de reciclaje y, en su mayoría, son desechadas.
Reciclar baterías incurre en costos más altos en comparación con descartarlas. Sin embargo, al utilizar la chlorella, el litio incluso se puede extraer de aguas residuales. Además, la chlorella absorbe dióxido de carbono, lo que contribuye a la neutralidad de carbono.
El representante Jung se embarcó en un recorrido por el mundo para adquirir la chlorella. Durante este viaje, desarrolló con éxito una nueva cepa de chlorella a través de la manipulación genética, la cual demostró mejores capacidades de extracción de metales.
Su objetivo era aumentar la producción de litio y mejorar el cultivo de chlorella en grandes cantidades. Gracias a esto, Green Mineral ahora puede recuperar 20 kg de 28 kg de litio de las baterías usadas en vehículos eléctricos. El uso de la chlorella para la extracción de litio es rentable, ya que es más asequible que los solventes orgánicos, lo que la convierte en una solución económicamente viable. Este método de extracción de litio es reconocido como el único que es tanto económico como respetuoso con el medioambiente.
En este momento, Green Mineral está tramitando solicitudes de patentes en varios países y regiones, entre ellos Corea, Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y China. El objetivo es asegurar una cuota del mercado mundial de litio reciclado superior al 30%. Jung subraya: “Parece existir el prejuicio en cuanto a que ser respetuoso con el medioambiente carece de viabilidad económica en los negocios. Sin embargo, una buena tecnología debe abarcar tanto la sostenibilidad medioambiental como la viabilidad económica. Ese es el principio fundamental de los criterios ESG. Nuestro objetivo es revitalizar la sociedad, el medioambiente y las empresas a través de una tecnología de reciclado de baterías respetuosa con el medioambiente”.