En la Ciudad de Buenos Aires la separación en origen es esencial para reducir la cantidad de residuos que van a disposición final.
Separar y luego reciclar tiene un impacto ambiental positivo de gran importancia. ¿Cómo se componen esos residuos? Es fundamental saberlo, para actuar en consecuencia.
En la Ciudad de Buenos Aires se generan 6800 tn por día de residuos, tanto de origen residencial, comercial, industrial, sanitario e institucional. La mayor proporción la producen los 3 millones de habitantes junto a los 3 millones de personas que ingresan diariamente; esta composición refleja los hábitos de consumo y producción.
Según datos del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana la generación de residuos de los porteños hoy se divide en: 43 por ciento orgánicos, 20 por ciento plásticos, 16 por ciento de varios (entre los cuales encontramos residuos sanitarios, papeles y cartones sucios, las colillas de cigarrillos, los chicles, y otros), 14 por ciento de papeles y cartones, 5 por ciento de vidrio y por último 2 por ciento de metales. De estos materiales el 41 por ciento es reciclable.
En el caso de tratar la fracción orgánica, por ejemplo al compostar los residuos de los alimentos en el hogar o llevándolos a la red de composteras que posee la Ciudad, logramos reducir la bolsa negra en un 84 por ciento. En este caso, solo un 16 por ciento se dispondría en los contenedores negros.
Por lo cual, la responsabilidad y buena conducta ambiental de cada vecino al momento de separar los residuos que genera en su hogar es esencial para recuperar los materiales reciclables; y que éstos vuelvan a la cadena productiva como materia prima.
En ese sentido, la separación en origen en la Ciudad de Buenos Aires es una obligación estipulada por distintas normativas para reducir la generación de residuos y así disminuir la cantidad de basura que va a disposición final.
También, es relevante tener en cuenta el concepto de las 3 R como pauta de consumo, que se basa en: reducir, reutilizar y reciclar.
La separación y luego el reciclado tiene impactos ambientales positivos muy importantes, ya que ayuda a disminuir el calentamiento del clima, permite ahorrar energía, reduce la huella de carbono de las acciones y evita la generación y la acumulación de la basura.
Para que el reciclado se pueda realizar, las industrias necesitan los materiales en ciertas condiciones (siempre limpios y secos). En la Ciudad de Buenos Aires, hay tres métodos de captación: los contenedores verdes, en mano a los Recuperadores Urbanos del barrio y en los Puntos Verdes.
Los materiales recolectados son trasladados al Centro Verde más cercano donde los operarios de las cooperativas de Recuperadores Urbanos con distintos sistemas separan, fraccionan y enfardan los materiales para la venta. Luego, de otros procesos tecnológicos se convertirán en materia prima para nuevos productos.
Fuente: https://www.clarin.com/brandstudio/radiografia-bolsas-residuos-portenos_0_bCRnXHdIWg.html