Decena de personas, fundamentalmente jóvenes, se unieron en jornada de higiene de la costa. La imagen de los sacos no es de materiales de construcción ni de productos del agro. Esa gran cantidad de sacos acumulan los escombros recogidos, en apenas dos horas, en la desembocadura de río Almendares, frente al centro nocturno Johnny, en calle 0, entre 3ra y 5ta, en Playa.
Convocada por la Fundación Antonio Núñez Jiménez, la limpieza de costa reunió a proyectos y grupos diversos, así como a personas individuales, todos sensibilizados con la protección del medio ambiente, la salud del mar para las especies que allí habitan y el reciclaje.
Dedicado al Día Mundial contra el Cambio Climático –el 24 de octubre-, se inserta en la campaña de comunicación ambiental y concientización que la fundación desarrolla junto a la Embajada de Noruega en Cuba y en esta ocasión se enfocó específicamente en la limpieza y saneamiento de playas y zonas marino costeras.
Dirigida de manera particular, a estudiantes de carreras como geografía, biología, física, escuelas del municipio Playa, clubes de motoristas eléctricos, ciclistas, emprendimientos y la comunidad de la zona, reunió a decenas de personas para sanear áreas de ese estuario de gran valor natural y con elevado índice de contaminación.
La primera acción de la jornada fue, con la colaboración de Vélo Cuba, una caravana de bicicletas desde Prado no. 20, en La Habana Vieja, hasta la salida del túnel de Quinta avenida, como un recordatorio hacia el consumo responsable y la movilidad sostenible.
Entre las nueve y las 11 de la mañana, personas de todas las edades se concentraron en la recogida de parte de los desechos acumulados en la orilla, que luego fueron clasificados para ser destinados a diferentes caminos: materias primas, comunales y emprendimientos dedicados al reciclaje y la transformación del plástico en ecomadera.
Bajo el lema No la dejes caer. Tu basura causa enfermedad y muerte, que forma parte del proyecto Cuba limpia, en el eco-evento se recopilaron 1 465,3 kilogramos de desechos, fundamentalmente de residuos plásticos (1 026 kg), metal (183,3 kg) y vidrios (169,5 kg).
Entre organizaciones y proyectos participantes estuvieron Vélo Cuba, Ciclo Ecopapel, Enganche_grupo creativo, Plástico En Cuba, Comunales de Playa, CNA ATRES, Armonía, Centro Educativo Español de La Habana, Alianza de Clubes, Universidad de La Habana –facultades de Geografía y Comunicación-,
Ha'Bici, el Parque Metropolitano de La Habana, y Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de La Habana.
Ser y estar
Desde diferentes ámbitos, pero todos comprometidos con acciones que permitan, tanto visibilizar el tema hacia la sociedad como realizar labores prácticas, muchas manos se unieron en este empeño.
Susanne Gjonnes, de la Embajada de Noruega, señaló: como embajada nosotros apoyamos este proyecto y “como también somos un país de océanos como Cuba, esto tiene mucha importancia.
El tema del “basurero marino es también un área de enfoque para Noruega, en el que cooperamos mucho con Cuba y con otros países en el Caribe” y esta iniciativa forma parte de un proyecto más grande con la fundación, a la que hemos apoyado por mucho tiempo, dijo Gjonnes también sensibilizada desde lo personal con el medio ambiente.
Daniel Valdés Ojeda, de la coordinación del proyecto Oasis, dedicado a las limpiezas submarinas y en los alrededores de las costas, explicó acerca de la participación de ese grupo en la jornada: “es una colaboración que tiene el mismo objetivo que nosotros, la limpieza del medio ambiente”.
Según dijo Valdés, de una iniciativa que también entrena en materia de snorkeling para sumar más adeptos a la causa, “se ha unido bastante personal e incluso personas que no pertenecen a ningún proyecto, que han visto la convocatoria y se han sumado”.
Jorge Amado y Lisney Laza, acudieron al conocer de la iniciativa en redes sociales: “vinimos por conciencia, por crear conciencia en la población... es muy importante que se conozca cada vez más que arrojar basura puede traer enfermedad, muerte a los animales marinos, e incluso, para nosotros mismos”.
Según explicaron los jóvenes, es la cuarta vez que acuden y lo seguirán haciendo siempre que se convoque. “Es una iniciativa muy bonita que podamos tratar de higienizar y ayudar al medio ambiente”, expresaron.
Yasser González Cabrera es el fundador de la iniciativa Citykleta, una startup -empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene posibilidades de crecimiento-, para la movilidad ciclista, cuyo perfil social se enfoca en la organización de actividades, y eventos para llevar la cultura de la bicicleta a la ciudad.
“Ser ciclista es una actividad individual y en una ciudad con tantos obstáculos para el uso de la bicicleta, te hace sentir en solitario, entonces acá conectamos, nos conocemos y nos ayudamos para encontrar piezas y hacer que sobrevivan las bicicletas”. A su vez, señaló: “la bicicleta es ecológica y la gente que se mueve en bici en diferentes niveles está comprometida con el ecosistema en que vivimos”.
La iniciativa incluyó también un bazar de emprendimientos locales y actividades de educación ambiental para niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Fuente: Tribuna de la Habana