En la actualidad su cáscara también se utiliza como material para la construcción.
Es un fruto seco que tiene un pico de consumo en la época navideña y que también es valorado como snack en sustitución de dulces y otros alimentos menos saludables.
Se destaca también por propiedades beneficiosas para la salud, entre ellas su poder para prevenir el colesterol alto y la aterosclerosis, además de enfermedades cardíacas.
Si bien el árbol se cultiva para aprovechar su fruto, también otorga una madera resistente y rojiza, muy preciada en ebanistería.
La cáscara de este fruto también ha sido utilizada como combustible, pero, ahora, este residuo vegetal es uno de los componentes de un material ecológico que gana terreno en la decoración de interiores.
Cuál es el fruto que podés consumir y también se usa para la construcción
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España informa que “el almendro (Prunus dulcis) es un árbol que puede llegar a medir hasta diez metros y cuyo tronco suele ser agrietado y volverse más negro conforme envejece”.
Agrega que posee “hojas caducas y que tiende a florecer durante el invierno. La parte carnosa de su fruto es verde y, una vez seco, se desprende para dejar al descubierto la semilla: la almendra”.
La especie se cultiva por su semilla, cuyos primeros productores mundiales son Estados Unidos y España. “De la semilla se extrae un aceite utilizado en cosmética, mientras que su cubierta verde sirve como forraje y su cáscara, como combustible”, agrega el Ministerio.
La madera del almendro, rojiza y de una textura dura, es especialmente indicada para la ebanistería. En tanto, la cáscara del fruto es el origen de un material innovador que, según sus creadores, “permite crear diseños originales y personalizados para paredes, techos, muebles y objetos decorativos”.
Este material recibe el nombre de Duralmond y se fabrica “a partir de la cáscara de almendra, un residuo agrícola que se tritura y se mezcla con resinas sintéticas y naturales, como, por ejemplo, el poliéster o el poliuretano, y aditivos”.
“El resultado es una pasta homogénea que se introduce en moldes con diferentes formas y relieves. Después de un proceso de secado y curado, se obtienen las piezas de Duralmond listas para su uso”, explica el sitio Duralmond.
Añade que este es un producto sostenible porque evita la emisión de gases de efecto invernadero y el uso de otros materiales más escasos o contaminantes, como la madera y el plástico.
Por otra parte, al ser reciclable, promueve la llamada economía circular, al evitar el desperdicio de materiales, lo cual cierra el ciclo de vida del producto.
Los usos de Duralmond son muchos. Por ejemplo, revestir paredes o techos con placas de relieves geométricos, florales o abstractos. Las placas pueden ser de distintos colores o ser pintadas a gusto.
También se utiliza para fabricar mesas, sillas, estanterías, lámparas o espejos, y puede ser combinado con metal, cristal o tela. Otro uso destacado por los fabricantes son los cuadros, marcos, jarrones o figuras que funcionan como objetos decorativos.
Fuente: https://www.clarin.com/internacional/fruto-podes-consumir-usa-construccion_0_53b58kiNYk.html