Te explicamos qué es reciclar y cuán importante es llevar a cabo esta acción. Además, los tipos de reciclaje y la norma de las 3R.
¿Qué es reciclar?
Se entiende por reciclar la acción de convertir materiales de desecho en materia prima o en otros productos, de modo de extender su vida útil y combatir la acumulación de desechos en el mundo. El reciclaje reinserta el material de descarte de numerosas actividades industriales, empresariales o del consumo cotidiano, en la cadena productiva, permitiendo que sea reutilizado y disminuyendo la necesidad de adquirir o elaborar materiales nuevos.
No todos los materiales existentes son reciclables, pero un buen número de ellos sí, como el cartón, el vidrio, el aluminio, el papel y ciertos tipos de plásticos, que pueden ser sometidos a diversos procesos de reaprovechamiento y recomenzar su ciclo de utilidad. En otros casos, en cambio, no puede dárseles el mismo uso, pero sí puede dárseles uno distinto en procesos de de construcción, de decoración, de obtención de energía, etc.
Así ocurre con los desechos orgánicos (restos de comida, basura líquida, etc.), que no son reciclables, pero por suerte existen procesos de biodegradación que llevan a cabo una actividad natural equivalente, pudiendo ser utilizados para composting o fabricación de abono.
El reciclaje es una actividad minoritaria de cara a las enormes capacidades de fabricación de materiales nuevos que en nuestro mundo post industrial se ponen en marcha a diario. A menudo es mucho más económico producir algo nuevo que reciclar algo viejo, lo cual hace poco rentable esta actividad tan necesaria en términos ecológicos.
Importancia de reciclar
Al reciclar puede combatirse la contaminación.
Reciclar es una forma de combatir la contaminación de los suelos y mares, ya que la presencia prolongada de basura en ellos acarrea cambios impredecibles en sus procesos bióticos y ecológicos. De cara a la construcción de un modelo de vida industrial sostenible en el tiempo, es decir, que no conduzca de cabeza a la enfermedad, la extinción y el cambio climático, el reciclaje se impone como una necesidad humana.
Por otro lado, reciclar ciertos elementos puede constituir una actividad medianamente lucrativa, una vez que se logre implantar como parte de la cultura cotidiana. Los elementos reciclados son comprados por las empresas que los aprovechan para disminuir su adquisición de materia prima, de modo que se trata de un panorama ganar-ganar.
Tipos de reciclaje
Existen diversas formas de reciclaje, dependiendo de la naturaleza del material en cuestión, tales como:
- Reciclaje del papel. Grandes cantidades de papel usado pueden ponerse en remojo para fabricar pulpa de celulosa y fabricar papel de inferior calidad, que pueda volver a utilizarse.
- Reciclaje de metales. Productos metálicos cotidianos elaborados a partir de aluminio, cobre y otros metales blandos, pueden fundirse y volver a aprovecharse para elaborar nuevos productos, disminuyendo la necesidad de comprar materia prima.
- Reciclaje de envases plásticos. Los tetra-bricks y otros envases plásticos enteros pueden volver a ser empleados, una vez que hayan sido higienizados correctamente y dispuestos para volver a contener alimentos o jugos.
- Reciclaje de aceites. El aceite de cocinar es un potente contaminante del agua, que puede recogerse y emplearse mediante procesos de filtrado y purificación, como lubricante de maquinaria.
- Composting. Los desechos orgánicos como los sobrantes de comida en descomposición, pueden convertirse en abono para la siembra o incluso en insumos para la obtención de biocombustibles.
Reducir, reutilizar y reciclar
La reutilización combate la cultura del consumismo.
Se conoce como la “norma de las 3R” a un patrón de cultura bioamigable, que conduzca a una sociedad sostenible. Para ello, se deben implementar en nuestra vida cotidiana tres conceptos clave, que son:
- Reducir. Consumir sólo lo necesario, evitar la cultura del despilfarro que no sólo genera más basura de la estrictamente necesaria, sino que además consume recursos cuya obtención es costosa en términos medioambientales, como la electricidad o el agua potable. Pequeñas acciones cotidianas pueden garantizar un ahorro importante en recursos naturales del planeta, muchos de los cuales no son renovables ni pueden procesarse limpiamente.
- Reutilizar. La utilización de materiales y productos viejos con nuevos fines, antes de cambiarlos inmediatamente por otros. Así se combate la cultura del consumismo y de la irresponsabilidad, con pequeños gestos como escribir las hojas por ambos lados, rellenar botellas de vidrio, etc.
- Reciclar. Dar nueva vida a los materiales de desecho, como envases, papeles, latas de aluminio, etc., reincorporándolos a la cadena productiva. Esto requiere de un esfuerzo por separar la basura reciclable de la biodegradable, así como una organización pública que distinga los lugares para depositarlos por separado.
Las tres R
Te explicamos qué son las tres R del consumo responsable, el significado de cada una y sus beneficios ecológicos y económicos.
La regla de las tres R propone un consumo responsable.
¿Qué son las tres R?
En ecología y protección ambiental, se conoce como la Regla de las 3R o Regla de las tres erres a una propuesta de modificación de nuestros hábitos de consumo como sociedad. Fue popularizada por la agrupación ecologista Greenpeace.
Plantea que el consumo responsable, es decir, la aplicación de ciertas estrategias en el manejo de nuestros desechos y residuos materiales pueden significar un cambio ecológico positivo, que tenga impacto en la calidad medioambiental del planeta.
Para ello, Greenpeace propone la regla nemotécnica de las “3R”: Reducir, Reutilizar y Reciclar, tres formas de controlar la cantidad de desechos sólidos que arrojamos al medio ambiente y que tiene un impacto nocivo sobre la biodiversidad.
Este concepto ha resultado ser sumamente popular, especialmente en las naciones industrializadas. Ha sido defendido políticamente en reuniones de importancia como la del G8 2004, donde el primer ministro japonés Koizumi Junichiro propuso esta iniciativa como un camino hacia el desarrollo sustentable.
Reducir
Al evitar las bolsas de plástico se reduce la producción de residuos.
Reutilizar
Los envases desechados pueden utilizarse para decorar la casa.
La segunda R de la ecología plantea que los materiales empleados deben tener la vida útil más larga posible, en lugar de ser utilizados una vez y desechados para volver a comprar uno nuevo.
Así, reutilizando los materiales lo más posible, se posterga la necesidad de consumir uno nuevo y de producir desecho medioambiental. Esto pasa por repararlos, darles un uso nuevo y creativo, o postergar lo más posible la compra de uno nuevo.
Por ejemplo, pueden usarse también el otro lado de las hojas impresas, las botellas plásticas, las cajas de madera, etc.
Reciclar
Los materiales no biodegradables pueden reciclarse para volver a ser materia prima.
La tercera R de la ecología es, quizá, la que mayores esfuerzos requiere, ya que consiste en el reciclaje de los materiales de desecho que sean aún aprovechables, para reinsertarlos en la cadena productiva como materia prima.
Este proceso es particularmente importante para los materiales reciclables no biodegradables, como ciertos plásticos, el cartón, el vidrio, el metal y el papel, por ejemplo, que pueden servir de insumo para la fabricación de nuevos elementos comercializables.
Por ejemplo, el vidrio puede refundirse y servir para hacer nuevas botellas; el papel y el cartón pueden descomponerse en pulpa y hacer con ellos papel de reciclaje; el aluminio y el cobre pueden fundirse y emplearse de nuevo, etc.
Beneficios de las Tres R
Por un lado, los beneficios de implantar las tres erres de la ecología impactan en el medio ambiente y la reducción de la huella ecológica de nuestra civilización, cosa que de por sí es lo bastante urgente y prioritaria.
Por otro lado, aportan beneficios de tipo económico como la reducción de los gastos superfluos, el ahorro familiar, el aprovechamiento de materiales reciclables como materia prima en lugar de extraer más de la naturaleza, etc.
Un modelo de desarrollo sustentable, que pueda perdurar en el tiempo sin incurrir en crisis y catástrofes en un futuro previsible, ha de necesariamente implementar este concepto de consumo responsable.
Importancia de las Tres R
La importancia de la defensa del medio ambiente mediante las tres erres es vital, especialmente en el mundo posindustrial y orientado al consumo en que vivimos hoy, donde queremos tener todo rápido a la mano y queremos olvidarnos de inmediato de los residuos una vez comida la hamburguesa.
La toma de conciencia del daño ecológico bestial que ocasionamos al planeta es la única vía hacia la supervivencia de nuestra propia especie. La cantidad de basura no biodegradable es tal, que empezamos ya a percibirla incluso en lo que comemos.
Por ejemplo, los microplásticos son partículas de plásticos desechados al mar (bolsas de basura, sobre todo) cuyo tamaño es imperceptible pero su presencia notoria, por lo que se alojan en el interior de peces y otros animales de los que nos alimentamos. Las tres erres de la ecología son una forma de iniciar el cambio antes de que el medio ambiente sea totalmente contaminado.
Fuente: https://concepto.de/las-tres-r/#ixzz7uWZUkVnv