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El vidrio es un material que independientemente de la cantidad de veces que se recicle, mantiene el 100% de las propiedades iniciales. La cadena de reciclaje de este material conforma lo que podría denominarse como ‘un círculo perfecto’, siendo todo un ejemplo de economía circular y sostenibilidad. Descubre cómo se obtiene el vidrio reciclado.

Podría parecer utópico pensar que un elemento puede ser reciclado infinitas veces. Sin embargo, esto es algo que ocurre con el vidrio. El reciclaje de envases de vidrio tiene grandes beneficios ambientales, ya que evita la extracción de materias primas de la naturaleza, el ahorro de energía, las emisiones de CO2 a la atmósfera y contribuye a la puesta en marcha de una economía circular vinculada al objetivo número 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas sobre producción y consumo responsables. Una de las metas de este ODS es que de aquí a 2030, se reduzcan considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.

Historia del vidrio

El vidrio es, junto con la cerámica, uno de los materiales más antiguos. Utilizados fundamentalmente para el almacenamiento y mantenimiento de los alimentos, hay que remontarse a aproximadamente 3.000 años antes de Cristo para situar el inicio de su uso. En Siria, los mercaderes de natrón, un mineral que se utiliza para preparar la sosa, fueron quienes descubrieron el vidrio tras comprobar que al fundirlo y ponerlo en contacto con la arena, daba lugar a un material brillante.

Durante la Edad Antigua, fueron los egipcios y los fenicios los principales fabricantes y proveedores. Tras la conquista de Egipto por parte de Roma, muchos vidrieros emigraron a la capital de Italia y se empezaron a crear fábricas. Los venecianos, con la llegada de la Edad Media, aprenden los secretos de su fabricación y la isla de Murano se convierte en el epicentro de la creación del vidrio, hasta extenderse más tarde al resto del mundo. Durante este periodo, este material es solo accesible para la nobleza, la burguesía y el alto clero, por tratarse de un artículo de lujo. Pero la Revolución Industrial trajo consigo el que el vidrio llegase a todo el mundo y es a mediados del siglo XVII cuando empieza a generalizarse la producción y el uso de la botella como la conocemos en la actualidad.

¿Qué vidrio es reciclable?

Para lograr alcanzar un proceso de reciclaje de vidrio lo más óptimo posible, es importante saber, qué y cómo debe depositarse este material en los contenedores verdes, ya que no todo se puede reciclar. Hay objetos cuya composición es distinta al vidrio y puede resultar perjudicial para el proceso de reciclaje de nuevos envases.

Lo que se debe introducir:

  • Botellas de vidrio (Sin corcho o tapón).
  • Frascos de vidrio, como los de perfume.
  • Tarros de alimentos (sin tapa)

Lo que no se debe introducir:

  • Cerámica
  • Porcelana
  • Cristal de copas o vasos
  • Bombillas (se deben depositar en un punto limpio)
  • Espejos (se deben depositar en un punto limpio)

Así es la cadena de reciclaje del vidrio

Antes de volver a tener tantas vidas útiles como se le quiera dar el vidrio, este material pasa por una serie de fases:

  1. Depósito del vidrio en los contenedores. Los ciudadanos y el sector de la hostelería son quienes contribuyen a que el vidrio se recicle al depositar los frascos y las botellas en los contenedores correspondientes. En España, por ejemplo, en los de color verde.
  2. Recogida selectiva. Los camiones cargan todo el vidrio depositado en los contenedores para trasladarlo a la planta de tratamiento.
  3. Llegada a la planta de tratamiento y limpieza. Los camiones descargan el vidrio usado y, una vez depositados en diferentes cintas, se eliminan impurezas y se procede a la retirada de tapas, tapones, restos de metal o plástico, así como la cerámica y la porcelana.
  4. Trituración del vidrio. Una vez seleccionado, se lleva a cabo un proceso de trituración donde no es necesario el uso del agua.
  5. Eliminación de restos y obtención de la materia prima. El vidrio triturado atraviesa unas máquinas con lectores ópticos que eliminan cualquier resto opaco de otro material, obteniendo como resultado el calcín. Se trata de pequeños trozos de vidrio limpio que se convierten en materia prima para generar nuevos envases, como las botellas.

El uso de calcín para fabricar nuevos envases ahorra un 53% las emisiones de CO2, equivalente frente al uso de materias primas. Esto se debe a que el vidrio reciclado funde a menor temperatura de la que necesitan la arena, sosa y caliza en el horno. Además, se evita la emisión de 556.061 toneladas de CO2 asociadas a la extracción y el transporte que sería necesario para extraer las materias primas de la naturaleza. Estas acciones contribuyen a la reducción de 556.061 toneladas de CO2 lo que equivale a recorrer en avión la distancia España-Australia más de 100.000 veces. Por otro lado, se reduce en un 38% el consumo de energía durante el proceso, es decir, 684.721 MWh de energía equivalente al consumo eléctrico de todos los hospitales de un país como España durante dos meses. Esto es posible por la no extracción de materias primas, lo que genera a su vez que el transporte sea menor, y a la reducción de la temperatura necesaria en los hornos vidrieros.

Gracias al vidrio reciclado se reduce la extracción de más de un millón de toneladas de materias primas, peso equivalente a tres veces el Empire State Building de Nueva York (EE. UU.).

El vidrio que reciclan algunos países, en cifras

En México, según los últimos datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de los más de 2,5 millones de toneladas de envases de vidrio que se tiran anualmente en el país, solo el 12 % se recicla.

Según los últimos datos de la industria del vidrio publicados por la Federación Europea de Vidrio para Envases (FEVE), la tasa media de recolección de vidrio para el reciclaje en la Unión Europea se mantuvo en el 76% durante el año 2018. La mayoría de los 30 mil millones de contenedores con vidrio para reciclar que se recolectaron durante este periodo, fueron destinados a un total de 160 plantas de tratamiento de Europa, lo que asegura una nueva vida para este material gracias a la fabricación de envases de vidrio. El ranking de países que más recicla vidrio lo lidera Eslovenia, que supera el 100% de media; seguido de Finlandia y Bélgica que se sitúan en el 95%; Luxemburgo y Suecia con el 98%; Suiza con el 95%; y Dinamarca e Italia con una tasa media del 86%.

En el año 2019 en España, se recogieron a través de 230.950 contenedores casi un millón de envases de vidrio. Cifras que incluyen la recogida selectiva a través del contenedor verde y la recogida a través de plantas de Residuos Urbanos, según ECOEMBES. Según esta organización sin ánimo de lucro, desde 1998 se ha reciclado una cantidad que podría recorrer nueve veces la distancia de la Tierra a la Luna.

En la actualidad, se reciclan siete de cada diez envases. Cada habitante recicla al año 19 kilos de envases de vidrio.

 

 

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