La iniciativa es la segunda fase del proyecto que, además de tratar la basura, busca generar independencia económica para las casi 200 familias en el rubro.

Las ecorrecolectoras de Cochabamba, investigadores y estudiantes de la Universidad Mayor de San Simón ingresan este año en la segunda fase de la creación de maquinaria de reciclaje, automatizando trituradoras y fundidoras de botellas PET para usar el plástico en impresoras 3D.

Esta es la mayor novedad anunciada por las trabajadoras de este rubro que, actualmente ya llegan a ser casi 200 solo en el municipio de Cochabamba.

Una de las representantes del sector, Ruth Velasquez, manifestó las buenas expectativas que tienen las familias de ecorrecolectoras al poder contar con este tipo de maquinaria entre los meses de febrero y marzo de este año. Mismas que serán instaladas en un espacio asignado en la zona de Chillimarca para producir el plástico para su uso en impresoras 3D, además de otros elementos como la fundidora de iluminio para la posterior fabricación de utensilios de cocina y herramientas con este material, la cortadora y limadora de botellas de vidrio para su aprovechamiento en vasos, floreros, candelabros y otros, además del compostaje para la generación de abono natural.

El avance del proyecto fue presentado la jornada del viernes por representantes del rubro, docentes investigadores de la UMSS y los estudiantes que participan activamente en la fabricación, armado y programación de esta maquinaria; gran parte de la cual funcionaba de forma manual en 2023 y hoy cuenta con motores automatizados.

En ese sentido, miembros de la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la UMSS, apoyados en programas como CITA y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, fijaron la mirada en grupos poblacionales que puedan fortalecer su economía con el apoyo tecnológico necesario. 

El investigador de la UMSS Eduard Herman explica que el proyecto es trabajado de forma integral desde el 2018, “para cocrear y diseñar máquinas y elementos que les permitan generar mejores condiciones para las ecorrecolectoras”.

El proyecto es integral y tiene varias aristas, como el desarrollo de un software de ecorrecolectoras para promocionar sus productos y su identidad. Otro aspecto es un plan de negocios generado en base a los residuos orgánicos y su recuperación.

Entre la maquinaria respecto a la que tuvieron formación y elaboraron las mismas trabajadoras, están una compostera, biodigestor, compactadora y un horno.

“Este tipo de diseño es circular, se genera los modelos, se fabrica, se los prueba y luego se hacen otros equipos mejorados. Se los puede escalar y automatizar”, explica el investigador de la UMSS Marcelo Vía Giglio.

EMPODERAMIENTO Velasquez asegura que el proyecto contribuirá a la mejora de la economía de este grupo de trabajadores, que alberga adultos mayores, madres solteras y personas en otro tipo de situación de vulnerabilidad.

Hay cuatro grupos de ecorrecolectores en Cochabamba que, juntos, aglutinan cerca de 200 trabajadores.