Para mitigar los efectos sin precedentes de la crisis climática, las sociedades modernas presentan la descarbonización como una solución clave. La descarbonización se refiere al proceso de reducción de la cantidad de dióxido de carbono nocivo (también llamado emisiones de CO2) que lanzamos a la atmósfera.
Esta entrada del blog se centra en el papel que pueden desempeñar los vehículos eléctricos en la revolución de la descarbonización. También nos centraremos en desmentir algunos mitos perjudiciales, como la idea de que los vehículos eléctricos contaminan más que los motores de combustión estándar.
Hay mucha información errónea sobre la contaminación que provocan los coches eléctricos. Por ejemplo, uno de los argumentos más comunes contra los vehículos eléctricos es que su producción genera más emisiones que la fabricación de coches con motor de combustión interna (ICE).
La producción de baterías para coches eléctricos es -como cualquier otra actividad humana- gravosa para el medio ambiente. La extracción y el procesamiento del litio y el cobalto para las baterías provocan procesos de producción con un impacto medioambiental más importante. Afortunadamente, las principales empresas del sector ya están aplicando soluciones para reducir el impacto de la producción de baterías para vehículos eléctricos en el medio ambiente. Además, los vehículos eléctricos compensan estas elevadas emisiones en la fase de producción con las bajas emisiones del tubo de escape en comparación con vehículos eléctricos y coches de combustión interna similares.
Reciclaje de baterías de coches eléctricos
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo este año que espera que haya 145 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo para 2030. Si los gobiernos intensifican sus esfuerzos para cumplir los objetivos internacionales en materia de energía y clima, la cifra podría aumentar aún más, hasta 230 millones, y eso sin contar los vehículos de dos y tres ruedas. Son muchos los coches nuevos que llegarán a los mercados mundiales. También… un montón de baterías.
El ex director de tecnología, le gusta decir que la mayor mina de litio está en los cajones de la basura de Estados Unidos. Su empresa de reciclaje, Redwood Materials, recicla chatarra y celdas de baterías defectuosas para Envision AESC, que fabrica baterías para el Nissan Leaf, y Panasonic
que fabrica celdas en la Gigafactoría de Tesla en Nevada. La fábrica tiene actualmente capacidad para recuperar suficientes componentes para crear 45.000 paquetes de baterías de coches eléctricos al año. Al final, todo se reducirá a la ejecución. El reciclaje es un negocio sucio en más de un sentido, y dependerá de todos los participantes -desde los fabricantes hasta las plantas de reciclaje y, en última instancia, los conductores- jugar a la pelota. Si se hace correctamente, podríamos ver cómo los esfuerzos de reciclaje compensan una buena parte del coste ecológico y económico de la producción de baterías para vehículos eléctricos. Si no, el resultado podría ser una situación mucho peor que la contaminación por plásticos que ensucia los océanos.
Producción de baterías de co2
¿Son los coches eléctricos (CE) realmente más verdes y ecológicos? Parecen una gran solución para luchar contra el cambio climático e incluso se dice que tienen cero emisiones. Pero, ¿merecen la pena? ¿Es cierto que son inofensivos para el planeta?
Dijo António Guterres, el Secretario General de las Naciones Unidas, en mayo de 2018. Pero no está solo. Desde el IPCC hasta la NASA, pasando por WWF o CDP, todas estas importantes entidades coinciden en la derivación de este fenómeno y se comprometen a combatirlo.
Desde la pérdida de hielo marino y el aumento del nivel del mar hasta la aparición de fenómenos extremos como huracanes, sequías u olas de calor intensas, es difícil negar la dimensión de lo que estamos combatiendo. Y aún hay más si alcanzamos el aumento de temperatura de 2° Celsius.
En un intento de minimizar estas consecuencias, los científicos han estado investigando cuáles pueden ser las principales causas del cambio climático. Han descubierto que los gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso, y los aerosoles están cambiando la atmósfera y dejando el planeta más expuesto.
Batería de coche eléctrico
Los vehículos eléctricos están de moda estos días. Son, según el Presidente Biden y gran parte de los medios de comunicación, una parte crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el medio ambiente. Las subvenciones federales y estatales llevan tiempo fomentando su uso. El presidente, en sus propuestas de infraestructura, aumentaría ese estímulo construyendo unas 500.000 estaciones de recarga en todo el país. La presencia de los vehículos eléctricos en las carreteras se ha expandido rápidamente en Estados Unidos y especialmente en Europa. Aunque pocos pueden dudar de las afirmaciones que se hacen de ellos, los gases de efecto invernadero no son la única preocupación mundial por la contaminación. Como está descubriendo China, líder en el uso de vehículos eléctricos, la eliminación de las baterías de los vehículos presenta riesgos medioambientales distintos y graves. La experiencia de ese país puede ofrecer una visión del próximo susto medioambiental de este país.